viernes, 1 de marzo de 2013

Último Verano en Cartagena ( 2° Parte)

                                                          2° PARTE.

Regresamos al galpón por la noche y nuevamente a preparar un asadito,total carne había de sobra.
Acompañado ahora con unos roncola,el Chino puso la radio de la camioneta y se armó el carrete. Estu
vimos bebiendo y cantando "a morir" por un buen rato. Y a la loca de la Marcia que no había soltado
una botella de ron en toda la noche,se le ocurre hacer el baile del caño con un poste del galpón. Y em-
pieza a mandarse un baile de miedo!..para qué decir cómo estábamos nosotros..se pegaba unos meneos
unas refregás en el poste...que la Cintya le dijo: ten cuidado huevona,no te vay a astillar el choro! las
risotadas eran generales,pero todo quedó en silencio,cuando la flaca se sacó los sostenes y los tiró al
aire...silencio total,lo único que se escuchaba era la música y los tragos que la flaca le daba a la botella
..Dejándose de wueás la flaca está re buena tiene unas tetitas chiquitas y redonditas,en caso de necesi-
dad me la mandaría al pecho...y como se mueve,la wueona,ohh!! Miré de reojo a mi compadre Chino
y estaba alucinado mirando a la flaca,a su lado Deborah con la cabeza gacha y se notaba triste...
A todo esto los sostenes de la flaca le cayeron en la cabeza al Mitchell,éste para dárselas de gracioso
comenzó a olerlos poniendo cara de caliente...se paró la Cintya y de un ala se lo llevó para afuera.
Nos reímos a carcajadas con el Chino y,la flaca que a estas alturas estaba re-curada,quiere coronar su
show y empieza a bajarse los short. Se enreda con las manos y las piernas y se pega feroz porrazo
parando las patas,alcanzando a ver un pedazo de culito blanquito,y ahí quedó tirada en el suelo.
Nos largamos a reír tan fuerte,que el Mitchell entró a ver que pasaba,nos mirábamos y nos reíamos
estúpidamente,que nos llegaron a saltar las lágrimas.
Entre las otras dos amigas ayudaron a acostarse a la flaca que aparte de machucada estaba completa-
mente borracha.
Ya más relajados,comenzamos a arreglar para acostarnos,cuando en un rincón estaba "el sobrino",sen
tado y fumando,no sé porqué este gallo me da mala espina...y ni sé en que momento apareció.
Como a las cuatro de la mañana (de acuerdo al reloj,recuerdo de mi viejo,que esté donde esté,espero que esté bien),me despierta una necesidad apremiante,esto me pasa por tomar tanta cerveza..me enca-
mino al baño y veo que hay luz..¡conche..cagué,voy a tener que ir afuera...de curioso,cacho por una
rendija para saber quién estaba adentro (weón caliente,por si eran algunas de las minas), y veo a mi
compadre Chino en pelotas sentado en el water mientras la Marcia hincada le pegaba una feroz corne-
teada..
Me dirigí hacia afuera ya que mi necesidad me apremiaba,cuando alguien en la penumbra me toma de
una pierna,y me dicen: ¿para dónde vas,Pelaíto? era Deborah,le expliqué mi problema y que el baño
estaba ocupado,sin ningún comentario más. Te acompaño,me dijo,quiero tomar un poco de aire fresco
y después fumarme un puchito.
Caminamos hacia la Costanera,no sin antes haber aliviado mi vejiga detrás de un poste,con risas de
ella por mi preocupación de que no me observara en mi menester.
Había luna llena y la mar rizada,la madrugada curiosamente no estaba fresca y no andaba nadie.
Bajamos a la playa y nos sentamos en la arena,le encendí un cigarrillo y nos pusimos a conversar,más
bien ella habló: de su relación con el Chino,de cómo se conocieron,que estaba estudiando,porque ella
quería surgir,quería ser otra cosa,ayudar a sus papás,pero en todos sus planes mi compadre Chino no
la acompañaba y más encima le habían llegado con el cuento que el Chino andaba en negocios turbios
con Don Cholo,su Patrón.
Quedé sorprendido porque ése no era mi compadre,él era responsable,amigo de sus amigos,sí. Pero
nunca a meterse en cosas turbias...¡Ni cagando!
Para cambiarle la conversación,porque además la encontré muy tensa...comencé a hablarle de la Luna,
del reflejo de ella en el mar,del "camino de plata" y su dirección hacia otras dimensiones,donde la
realidad era distinta y cualquier deseo podía hacerse realidad...de repente cacho,me había ido en la volá
y estaba con el agua hasta la cintura...(listo,pensé,mañana material pal hueveo de todos) me vuelvo,y
ella estaba al lado mio,también con el agua a la cintura,con sus manos juntas me dice: Pelao,eres tan
poético,eres tan distinto a los demás...me abraza por el cuello y me da un beso,compadre,que lo recor-
daré toda mi vida, ésta y si hay otra. Sólo cerré los ojos y me dejé llevar...me acordé de la escena del
baño y ahora yo la besé con todo ese cariño y pasión contenida que tenía guardada.
El viejo Julio tenía razón cuando me dijo: "Lee huevón,la lectura te llevará a muchos placeres en esta
Vida".
La noche,la Luna,el mar,todo perfecto..era algo mágico,hasta que ella me dijo: vamos,Pelaíto,me está
dando frío...llegamos a la orilla,nos sacamos los bluyines para estrujarlos y me enterneció con la naturalidad que quedó en sólo una tanguita casi transparente delante mío. Nos vestimos y nos fuimos
caminando y riéndonos de las tonteras impulsivas que de repente uno puede hacer.
Llegamos al galpón y antes de entrar me dio un último beso y me agradeció por el grato momento
pasado. Yo me quedé afuera fumándome el último puchito pensando las cosas raras que suelen pasar
en esta puta vida.
Nos levantamos tarde,algunos con resaca,no así la flaca que se estaba maquillando para bajar a la playa,putas la huevona con aguante,la cagó! y eso que anoche se estaba muriendo y ahora estaba fresca
como una lechuga. Para variar "el sobrino" brillaba por su ausencia,debe haber salido temprano. Nos
tomamos un desayuno ligero para aprovechar la mañana y bajamos a la playa.
Me dormí un sueñecito ya que estaba un poco trasnochado,la flaca estaba raja pegada al lado mío,la co
rrí un poco porque apestaba a ron,el Mitchell con su pierna chapoteaban felices en la orilla,al que no
veía era a mi compadre Chino. Al rato lo veo aparecer,venía feliz fumándose un cigarrillo,se le notaba
satisfecho. Ella caminaba a su lado cabizbaja y triste, le noté hasta la mirada ida...más claro echarle
agua. Me vino un vacío en la boca del estómago y ganas de gritarle un montón de weás al Chino...
pero me contuve,por ella...¡Putas que me dio rabia conchemimare!!
Subimos a almorzar,ahora yo hice los honores con la carne,todos se chuparon los bigotes con los man-
jares que les preparé,bajando el opíparo almuerzo con las consabidas chelas,a alguien se le ocurrió
preguntar quién preparaba mejor la carne: el Chino o yo. Obvio,ganó el Chino pues había sido él quien
se había rajado con todo.
Después de tomarnos otras chelas de bajativo,todos bajaron a la playa. Yo me quedé porque hacía dos
días que no liberaba a Willy y me sentía un poco pesado,además esos menesteres me gusta hacerlo
tranquilo,relajado y en solitario.
Entré al baño y dejé la puerta entreabierta por razones obvias (eran dos días),me puse a leer un diario
viejo que encontré tirado en el piso,estaba ya en mis menesteres cuando sentí que alguien entraba al
galpón...extraño..todos sabían que estaba aquí,me habrían llamado. Me incorporé un poco y miré por
la puerta entreabierta. Era "el sobrino" que entraba mirando para todos lados,se acercó a su bolso y
empezó a vaciar sus bolsillos. Luego de eso,lo dejó en su rincón y se retiró tal cual había llegado.
¡Bahh! éste está muy grandote para andar coleccionando conchitas...tiré el último que me quedaba al
agua,me limpié rápido y partí a revisar el bolso del compadre..no vaya a ser que volviera.
¡La mansa ni qué sorpresa! habían relojes,gargantillas,aros,anillos se notaban que era puro orégano,
billetes de $ 10.000 y $ 20.000 conté aproximadamente como 800 lucas,tarjetas de crédito,carnet de
identidad...este wueón era un ladrón,se metía a las casas sin moradores y arrasaba con todo.
Y también en la playa,pues habían billeteras,monederos,celulares,lentes de sol...capaz que hasta nos
haya cagado a nosotros.
Esto tiene que saberlo el Chino,dejé cerrado y partí corriendo hacia la playa,menos mal que lo encontré altiro y le conté la papa alejado de los demás. ¡Vamos altiro a arreglar esta cagada,dijo,imagí
nate que por culpa de este wueón llegaran los pacos! llegamos al galpón,pero el compadre no estaba
así que decidimos esperarlo...noté al Chino demasiado nervioso.
¡Cálmate,weón,aclaramos el asunto y de ahí que se vaya con todas sus huevadas! es que la cosa no es
así nomas,me decía el Chino,cuando apareció "el sobrino" o mejor dicho "gato de campo". Mi compa
dre lo encara de una: ¿Qué te hay creído,conchetu...¿nos querís cagar con la mierda que estai haciendo
agarra el bolso y desparrama todo su contenido en el suelo,y el otro le responde: ¿y qué te creís vo que
me estay censurando,y lo que hací vó ,ah? ahí el Chino le manda sin aviso un combo en lo que es ho-
cico que lo manda de raja al suelo. Y recoge tus huevás y te vai al tiro ¿entendiste? Si te veo lo que es
un pelo te prometo una pateadura que vai a tener que estar fondeado un par de meses. ¡Partiste!
"El sobrino",apurado recogió todo y desapareció..alcancé a escuchar que gritaba: "te vai a acordar de mi conchetu..."me da la impresión que el Chino no escuchó o no se dio por aludido.
Anda a buscar a los demás,nos vamos,no es seguro estar aquí,el weón de picado nos puede echar los
pacos.
Partí a buscar a los demás,les conté una película de vaqueros para que no supieran la verdad,lo único
real era que teníamos que irnos.
La más enojada era la Marcia,porque según ella había pinchado con un Argentino que la estaba invitan
do a Algarrobo,que era bonito,pintoso y tenía un autazo. La Cintya le dijo que no había perdido mucho
porque todos los Argentinos son "trolos"¿trolos,y qué significa eso? preguntó la flaca...maricones,
awueonada,maricones...¡Huuy! no,vámonos al tiro...vámonos.
El viaje de vuelta fue silencioso ni aparente como el principio...yo me vine acostado en el piso,tenía
tanto que pensar,se me acerca la flaca y me pregunta: ¿Pelaíto,tú no eres chelita,verdad? te lo pregunto
porque en la playa no me agarraste ni en bajada...¡déjate de preguntar huevadas,oh! Ohh! no te pongai
así,fue solo una pregunta,pesao! no pienso pasarte el número de mi celu..(por lo que me interesa lo
tuyo,rucia maraca) dio un respingo,se dio media vuelta y me puso el poto.
Después me doy cuenta que no tengo porqué pasar mi amargura a los demás así que le digo: disculpa
flaquita,es que estado un poco nervioso últimamente ¿amigos? y le paso mi mano para atrás..gracias
Pelaíto,me dice ella y toma mi mano entre las de ellas.
Al fondo de la camioneta el Mitchell me miraba y se sonreía.
Pasó mas o menos una semana,cuando mi mamita me despierta ¿que pasa,mamy,se siente mal? ¿quiere que la lleve a la posta? miro el reloj despertador y eran las 3 AM. No,mijito,me dice ella yo
estoy bien,hay una niña que necesita urgente hablar contigo...¿no andará usted en algo raro,mijito?
No mamita,no se preocupe...no sé porqué me imaginé quién era y lo que podría haber pasado...
Hágala pasar,mamá,para hablar con ella,mientras me vestía,entró Deborah,demacrada,llorosa,todo su
cuerpo temblaba como una hoja,mi mamita le ofreció un té el cual ella aceptó. Mi vieja trajo una ban
deja para los dos y dijo: los dejaré solos para que conversen tranquilos.
Me contó que habían hecho un allanamiento en la casa del Chino,donde encontraron un acopio de droga,al mismo tiempo también habían allanado la casa y el galpón del viejo Chalo. Donde también
habían encontrado considerable cantidad de droga. La distribución la hacía mi compadre cuando repar
tía el gas...(¡Chucha! no lo puedo creer,mi compadre traficante) el problema era que,cuando allanaron
al Chino,éste arrancó por los techos y se agarró a tunazos con los ratis,hiriendo a uno y echándose a
otro y ahí se sentenció. Ya que estos wueones no perdonan. Después de algunas horas,lo acorralaron y
lo cosieron a balazos,arreglaron la escena del crimen y lo hicieron pasar por suicidio.
Mientras me contaba esto lloraba a mares y yo impotente no hallaba qué hacer ni qué decir.
Al final le dije que se recostara en la cama y se relajara...
se recostó y comencé a arreglarle el cabello,a secarle las lágrimas,a acariciarle las mejillas...
Pelaíto,me dijo: ¿porqué no te recuestas al lado mío? tengo mucho frío...dame calor.
Me recosté al lado de ella y puse mi brazo alrededor de su espalda...puso su cabeza en mi pecho y me
preguntó: Pelaíto ¿me vas a ayudar a superar esto? por supuesto,contesté,siempre puedes contar conmi
go para todo.  Gracias,Pelaíto,yo sabía que no me ibas a fallar...por eso te quiero tanto.
A los pocos minutos su respiración se fue haciendo más pausada,más tranquila hasta quedarse dormida en mis brazos.
¡Conchemimare! Qué huevada de vida...qué huevada de vida!

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